domingo, 22 de febrero de 2015

¿Puede medirse el grado de justicia? ¿Hay "justicia" en el pasaje del Rey Salomón?

El otro día tuve un accidente de coche, yo salía de la gasolinera y me incorporé al carril de la vía principal, el camión de pasajeros no me vio y golpeó mi puerta, de hecho levanto mi coche, pero afortunadamente no me volteó. Después del incidente, y creo que por mi reacción, el chico que manejaba el camión me pidió disculpas y me dijo que él había tenido la culpa al no darse cuenta que yo estaba enfrente, no obstante, después de las dos horas que tuvimos que esperar hasta que llegó su ajustador, me dijo que el reglamento me señalaba a mí como responsable del accidente y que él "no podía hacer nada". Posteriormente, platicando con el ajustador del camión, me comento que podíamos "dejar pasar" el incidente y hacer responsable a su asegurado por una "módica cantidad" para que eliminaran la grabación telefónica que reportaba el accidente. Al final, quedamos en que yo me haría responsable y pagaría mi deducible, mientras que mi seguro respondería por el daño al camión. En algún momento, durante la conversación con el conductor del camión y su ajustador, me dije a mí misma "es injusto que yo tenga que pagar por el golpe si no fue mi culpa" Y luego, me dije: la justicia debe estar en algún sitio para que yo me sienta bien, y pienso que la justicia si estaba en mí, estuvo en el momento en que rechacé darle dinero al ajustador para que se echaran la culpa, estuvo en el momento en que decidí ser quien cambiara la forma en que iba a acabar ese conflicto. Pero de parte de ellos, noté que incluso la justicia también estaba en sus manos, ellos pudieron asumir su responsabilidad desde el inicio sin pedirme dinero a cambio, la diferencia es que ellos no actuaron con justicia.

Es imposible medir qué tan justa es una situación, creo que la justicia se presenta y se concibe como tal, a través de la "satisfacción" sobre la situación de que se trate. Por esta razón, las injusticias también se presentan y se conciben como injustas, por la "insatisfacción" que sentimos ante dicha situación. No obstante, creo que la justicia puede graduarse con los valores que la integren, esto es, si en el acto de "justicia" encontramos la igualdad, la equidad, la prudencia, la templanza, la fortaleza, etcétera, entonces podemos pensar que ese acto es más justo que aquél en el que solo hay "igualdad". Pero todo depende de la situación de que se trate, depende del efecto que se quiere causar con dicho acto de "justicia", siempre que ese acto tenga como efecto crear una virtud positiva.

En el pasaje del Rey Salomón, a mi parecer, no hay un tema de injusticia, sino de "justicia", es decir, que la justicia se presenta en ese pasaje, aún y cuando no hay injusticias, pero no es la resolución del conflicto la forma de hacer "justicia", me refiero a otro aspecto del pasaje. El Rey Salomón, ante la disputa de dos mujeres, por la maternidad de un niño, escuchó y tuvo la voluntad de resolver ese conflicto, esa voluntad es una advertencia de la "justicia", la decisión y voluntad del Rey para dirimir el conflicto es una característica que creo que forma parte de la justicia. Por otra parte, la forma de resolver el conflicto fue "sabia", no justa. La justicia al final se reflejó en el efecto que quiso causar con su decisión, pues habló de una virtud, la virtud de la verdad.

Por lo anterior, insisto en que la justicia si se presenta en dos momentos, uno que es interior del hombre, y que el mismo elije adoptar, actuando justamente, y el otro con el efecto que se causa, siempre que ese efecto sea una virtud.






domingo, 15 de febrero de 2015

¿Hasta qué punto sabemos si nuestras emociones son justas?

El hecho de que la justicia esté vinculada a los valores, convierte en subjetiva la noción de lo que es justo o injusto, por tanto cada uno de nosotros percibe a la justicia de distinta forma para cada caso. Y en este punto me pregunto ¿porqué entonces estamos estudiando un concepto tan subjetivo? bueno, la respuesta es porque lo que se busca son parámetros bajo los que podemos entender qué es la justicia. Parámetros que, considero, también son subjetivos y por tanto cuestionables, porque no sabemos si esos parámetros de los que partimos, son realmente verdaderos.

Algunos dicen que la justicia es la "perfección" y cuando dicen eso la imagino como la divinidad de una religión, la "perfección inalcanzable" y nosotros, los operadores, somos como los discípulos de esa religión llamada: Justicia, vamos rezando el "Derecho" esperando cada día parecernos más a la justicia, alcanzarla o siquiera acercarnos a su"semejanza", pero la justicia es tan perfecta que no puede alcanzarse nunca. ¿será eso la justicia? ¿la perfección inalcanzable? ¿la divinidad del Derecho? yo pienso que no. Creo que la justicia no es la perfección, de hecho pienso que es todo lo contrario, la justicia es lo que es, sin caer en un racionalismo desmedido, creo que la justicia no es buena, no es mala, solo es justa.

Por otra parte, la justicia, vista desde la ética envuelve a los valores y a las emociones, pero ¿Es posible que la justicia se sienta? ¿es posible que a través de nuestras emociones sepamos cuando nos encontramos frente a la justicia? Yo pienso que las emociones nos van enseñando las consecuencias de sucesos, las emociones son tal vez solo la consecuencia de la justicia. Pero no pueden decirnos qué es justo y qué no es justo. En cuanto a los valores, creo que son como ingredientes de cocina y el pastel final es la "justicia", nosotros, subjetivamente vamos poniendo los valores que creemos que conforman a la justicia y al final, después de tener el pastel, el resultado crea una emoción en nosotros, una emoción de satisfacción o no. Pero la justicia es mucho más que un pastel, de hecho la justicia no creo que sea un pastel, la justicia es lo que se encuentra entre la existencia del pastel y los ingredientes, y entre el pastel y su apreciación final. Creo que la justicia es una forma de medir la satisfacción con los hechos que están, que son, pero la justicia de ninguna manera puede ser buena o mala, solo es.

Entonces, ¿Podemos ser justos con nosotros mismos? si, si podemos ser justos con nosotros pero no lo apreciamos porque influyen nuestros emociones. Es decir, si cuando nos juzgamos, el grado de satisfacción que tenemos con nosotros mismos es mucho, diremos que somos injustos al calificarnos, pero si es poca la satisfacción diremos que somos demasiado justos, ¿Qué nos dice esto? que la justicia no se aprecia como positiva ni cuando tenemos una buena apreciación porque están involucradas las emociones. Por tanto, la justicia debe ser el resultado, sin calificaciones, el resultado es la justicia, sea buena o mala, satisfactoria o no, eso es la justicia, eso que calificamos de malo, de feo, de injusto, es la justicia. Pero esta apreciación de la justicia, es solo pensando que la justicia no es lo que "debe ser" sino "lo que es".

En el cuadro CQA comencé diciendo que la justicia es lo recto, es la cualidad de actuar de acuerdo con la forma o modo de pensar o de estar regulados, y sigo pensando así, solo que creo que la justicia tiene dos apariciones, la primera cuando vamos a actuar de una manera y la segunda que es la consecuencia de nuestros actos.

Lo cierto tal vez es que nuestras emociones son difíciles de controlar y por tanto siempre inciden en nuestros actos aún y aún cuando pesamos que no las estamos considerando.





domingo, 8 de febrero de 2015

La noción de "justicia"

Hablar de la justicia nos exige definirla, y en la búsqueda de esa definición encontramos que la justicia ha sido conceptualizada por múltuples autores y culturas.

Una de las definiciones más conocidas de la justicia para el Derecho, es la del jurista Ulpiano plasmada en el Corpus juris y que señala que la "justitia est perpetua e constans voluntas jus suum cuique tribuendi". Esta definición coloca como principio de la justicia, el dar a cada cual lo suyo, el "suum cuique" (El "lugar" de la justicia). La definición de Ulpiano sucedió en el periodo del gobierno del emperador romano de oriente, Justiniano, entre el 527 y 556 de nuestra era, y para los romanos esa definición tuvo una aplicación práctica que les permitió resolver cada caso en concreto y asegurar de esta forma un orden social (La primera vida del derecho romano).

Los griegos, por otra parte, son también una una referencia obligada en los temas de la justicia y su definición varía dependiendo del filósofo al cual nos refiramos. Por ejemplo, Pitágoras entendió a la justicia desde un enfoque matemático, estimaba que el mundo es un "orden armonioso" fundado en números y por tanto son los números los que le dan existencia a las cosas: "el número es la esencia de todas las cosas" era la frase de su pensamiento, que pronto se trasladó al terreno social y que definió a la justicia como la igualdad de lo igual, o el número cuadrado porque representa igualmente a lo igual. Podemos decir que Pitágoras habló de la justicia distributiva. (El Derecho como orden cósmico). Plantón coloca a la justicia como un "suum agere" y no como un "suum cuique", es decir como un valor universal en el que las personas deben obrar de acuerdo con su naturaleza y su destino. Aristóteles pensaba que la justicia era la virtud suprema y que a las virtudes se les encontraba en un estado medio entre dos opuestos, que representan al exceso y al defecto, también distinguió a la justicia en geométrica y aritmética, la primera como repartición proporcional a las cargas y la segunda que pone en igualdad de condiciones a las partes que conforman una relación.

La filosofía náhuatl (aztecas, tezcocanos, cholultecas, tlaxcaltecas...) abordó el tema de la justicia desde un enfoque existencialista. Los filósofos nahuas de esa época (s.XVI) se preguntaban ¿qué era lo que tu cara y corazón (tu persona, tu propio ser) hallaban de verdaderamente valioso? y en el transcurso de la vida del hombre se dieron cuenta que debían ayudar a los hombres a tomar una cara en su vida, a "hacer sabios a los rostros ajenos y humanizar el querer de la gente". El hombre nace "sin rostro" y es en la tierra en donde le ayudan a formarse un rostro, pero en el transcurso de la vida, el hombre parece ir sin rumbo y en ese sin rumbo va perdiendo un poco de su corazón (su ser), porque "¿sobre la tierra se puede ir acaso en pos de algo?", estas preguntas que se hicieron los filósofos nahuas dieron pie a toda una reflexión sobre si los hombres realmente son verdaderos o son ensueños. De esta forma, consideraron que era conveniente que los mortales que vinieran al mundo supieran "como han de vivir" para que así se libraran de la peor de las desgracias que puede pasarle al hombre: perder el propio corazón (el propio ser de la persona). Por esta razón, para los nahuas era muy importante la educación de la moral que se inculcaba en las escuelas Calmécac y Telpochcalli, en las que se enseñaban los usos y costumbres del pueblo, una de ellas referida a la justicia como la cualidad de que un comportamiento no sea torcido o desviado sino precisamente recto, de acuerdo con su propia regla o modo de existir y en la que el resultado de la acción sea el enriquecimiento  del hombre para "tomar cara y corazón".

La filosofía budista, del oriente postula que todo lo que existe es justo o no lo es. Por lo tanto, todo lo que te sucede en la vida es justo porque es consecuencia de tus actos, se trata de una interpretación que puede relacionarse mucho con el orden universal de las cosas y entonces habría que preguntarnos si la justicia solo se da en el ámbito de lo humano, o puede darse también en el ámbito de la naturaleza. 

Hasta el momento no hay una teoría que nos haga entender la justicia en términos absolutos y pareciera que el término de justicia se aleja cada vez más de un concepto preciso para convertirse en una imagen divina. La justicia es una noción o creación del ser humano que genera una sensación de vacío al buscar su cumplimiento. ¿No será la justicia la perfección a la que nunca se llega?  

¿Qué pasaría si desapareciera de nuestra cabeza la idea de justicia? ¿Cómo viviríamos si no hiciéramos juicios de valor? Yo creo que sería como vivir sin sentido para el Derecho, como estar huérfanos, tendríamos que encontrarle un sentido al Derecho, una cara y un rostro.



domingo, 1 de febrero de 2015

Cuadro C-Q-A

Empezaré con un cuadro CQA, en el que expongo lo que conozco y quiero conocer del tema de la justicia y derechos humanos. La última columna la  desarrollaré a lo largo de este blog, con la ayuda de sus comentarios ;-)